martes, 8 de noviembre de 2011

Pequeño jardín

La actuación en este pequeño jardín se basó a la instalación de un entarimado de madera, con luces empotradas, potenciando así la zona de uso y a la vez potenciar los elementos de su alrededor. En cuanto a la vegetación focalizamos en una sola especie como era el de Buxus sempervirens. La elección de esta especie se hizo teniendo en cuenta la ubicación relativamente sombría y con temporadas de frío intenso.



En la pared lateral, sin posibilidad de plantar en el suelo, se colocaron dos macetas de color blanco con una estructura elevada, de esta manera conseguíamos realzar la pared. Seguimos utilizando el boj como nexo de unión. 
Con los elementos utilizados y actuando con diferentes soluciones de plantación conseguimos mantener la unidad de los espacios. Así el boj une estilísticamente las jardineras con las macetas. También conseguimos este efecto (reforzando esta unidad) colocando bolos de mármol blanco en la base de la jardinera, el mismo color de las macetas.


Para conseguir vestir las paredes circundantes, se decidió dejar crecer las especies de los jardines del alrededor. Una de las premisas a tener siempre en cuenta a la hora de diseñar un jardín, por pequeño que sea, es observar el entorno, los jardines prestados (arboles, edificios, visuales,...), y con esta decisión potenciabamos un cierto desorden en los límites del jardín que arropaban el orden interior.


En la entrada de la vivienda se mantuvo el seto de cipreses preexistente y se plantó un Gingko biloba en el lado opuesto de los cipreses para intentar equilibrar el peso que estos generaban en este pequeño jardín. Como plantación del estrato más bajo, se continuó con el Buxus, y así manteníamos la unidad global del jardín de la vivienda.




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